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Protección de datos. Imagen tomada de: Vanguardia.com
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“Más de 3.000 millones de personas en el mundo no tienen certeza sobre la protección de la información que comparten en internet, donde reina la incertidumbre sobre el respeto de los derechos de las personas sobre sus datos personales (fotos, videos, texto, entre otros tipos de contenidos). La realidad del siglo XXI demanda cambios sustanciales para proteger los derechos de las personas”, recalca el investigador colombiano Nelson Remolina Angarita en su tesis doctoral.
Remolina es el primer colombiano ganador del premio de la Agencia Española de Protección de Datos. En la actualidad, cursa un doctorado en Ciencias Jurídicas en la Universidad Javeriana. Se llevó el galardón gracias a su tesis doctoral, centrada en el análisis jurídico de la recolección internacional de datos.
En concreto, Remolina analizó qué leyes existen en el mundo para proteger a los usuarios en caso de que se haga un uso indebido de la información que sobre ellos circula en internet. Con base en los resultados, estableció propuestas centradas en fomentar la educación de los usuarios digitales con respecto al tratamiento apropiado de sus datos personales.
“Vivimos en un nuevo mundo. Hasta hace pocos años, veníamos hablando de un mundo físico delimitado geográficamente. Ahora nos enfrentamos a un mundo virtual, sin fronteras y unido gracias a la tecnología. Frente a esa realidad, las respuestas jurídicas fallan”, asegura.
En entrevista con Tecnósfera, el investigador advirtió los retos que ha supuesto la expansión de internet para los cuerpos legislativos de las naciones: “Internet avanza rápidamente. El derecho y las autoridades nacionales de protección de datos personales afrontar el desafío de actuar a la misma velocidad de dicho fenómeno. No debemos rendirnos frente a las estrategias de los cibercriminales y su sigiloso caminar”, enfatiza.
Nelson Remolina Angarita es de Malaga, Santander. Es fundador y director del Observatorio Ciro Angarita Barón sobre la Protección de Datos Personales en Colombia, así como del Grupo de Estudios en Internet, Comercio Electrónico, Telecomunicaciones e Informática de la Universidad de los Andes.
¿Qué panorama arroja su investigación con respecto a la protección de datos personales?
3.000 millones de personas se encuentran en situación de riesgo con respecto a sus datos personales. El 77 por ciento de la población vive en países sin normas orientadas a la protección de datos. En Latinoamérica, el 50 por ciento de los Estados cuenta con regulación en ese sentido. Carecen de marco jurídico países como Brasil, Ecuador, Venezuela, Panamá, Honduras y Cuba.
Donde hay mejor regulación es en países asiáticos y africanos. No existe una norma general en gigantes como China e India, aunque sí cuenta con reglas sectoriales. Eso significa que protegen ciertos tipos de datos, como los referentes a comportamiento de pago y censos de población.
¿Cómo está Colombia en términos de protección de datos?
En Colombia contamos con varias normas. La más importante es la 1581 de 2012, reglamentada por el decreto 1377 de 2013. Contamos con leyes para proteger los datos.
Sin embargo, si un criminal hace uso indebido de la información personal de un usuario fuera del país, las autoridades colombianas ya no pueden hacer nada o muy poco.
Colombia forma parte de ese 40 por ciento de países con normas generales de protección de datos. No obstante, si el delito ocurre en el 60 por ciento de los Estados sin marco jurídico, nos quedamos sin armas. Esos países se llaman paraísos informáticos, así como hay paraísos fiscales.
Cabe destacar que Colombia es el único país del mundo que tiene explícitamente previsto el fenómeno de la recolección internacional de datos personales. En eso es pionero. Ello significa que somos conscientes de que este problema no solo atañe a un país concreto, su alcance es global.
Si a un usuario le roban sus datos en nuestro país, ¿qué contemplan, con exactitud, las leyes?
Tiene previsto que, quien recolecta datos, debe pedir autorización del usuario dueño de los mismos. Debe respetar los derechos del ciudadano a conocer, actualizar, rectificar y suprimir la información de la cual se hace uso.
Si el recolector no efectúa un tratamiento adecuado de los datos, el ciudadano puede presentar una queja o reclamo frente a quien los manejó. Todo eso en Colombia. Pero hoy, buena parte de lo que ocurre, acontece fuera de nuestro territorio.
Si la respuesta a la queja o reclamo no es satisfactoria, el afectado puede acudir ante la Superintendencia de Industria y Comercio para que investigue y potencialmente, si corrobora una irregularidad, establezca una sanción.
La sanción puede dar lugar a multas de 2.000 salarios mínimos legales mensuales.
¿Qué medidas se pueden tomar para reducir el impacto del uso indebido de datos?
Existe la necesidad urgente de educar desde los primeros años a los niños, las niñas y los adolescentes (nativos digitales) para que conozcan sus derechos, sepan los riesgos del ciberespacio e interactúen de manera segura exigiendo el respeto de sus derechos y respetando los derecho de los demás.
Estas redes por sí solas no son el problema pero, infortunadamente, algunas personas han encontrado en las mismas un escenario perfecto para realizar conductas indebidas. El acoso sexual (grooming), el acoso online (ciberbullying), los chantajes, la pornografía, las amenazas e invasiones de su privacidad están al orden del día.
Si queremos hacer algo por nuestros hijos y las futuras generaciones es crucial empezar a educarlos para que aprendan a vivir en una sociedad llena de tecnologías y con apetito por los datos personales. Es necesario incluir éste y otros temas en los programas académicos de los colegios y las escuelas del país para que nuestros niños tomen decisiones informadas respecto del uso de las tecnologías, de su información y la de los demás.
ÉDGAR MEDINA
Redacción Tecnósfera
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