Recientemente, Apple, la hija de la famosa actriz de Hollywood, Gwyneth Paltrow, se quejó públicamente porque su mamá posteó sin su permiso una foto donde aparecían juntas.
La niña, de trece años, señaló que no quería que los seguidores de su mamá la vieran y pudiera ser fruto de ataques por parte de sus detractores o de acoso por parte de los fanáticos más obsesivos.
Y es un buen punto. Fue tan importante su queja, que los expertos en informática movieron sus ojos hacia el “sharenting” o la excesiva exposición que los padres hacen de sus hijos e hijas en la red.
Es decir: subir y subir fotos de los y las niñas haciendo cualquier cosa y sin su permiso.
Muchos podrían pensar que esto se soluciona al pedir permiso al niño o niña para subir la foto y al ser conscientes de si la foto podría avergonzarlo o no.
Pero, si se tiene en cuenta que los niños y niñas pueden no tener muy claros los riesgos, esta medida se convierte en un paño de agua tibia para una situación riesgosa para los pequeños: pedófilos, acosadores y hasta suplantadores de identidad rondan en la red.
Los padres y madres están compartiendo tanta información de sus retoños, que hacen mucho más fácil el trabajo de los delincuentes.
En Reino Unido, por ejemplo, la empresa Ofcom’s elaboró un informe en el que señala que para 2030 su sistema financiero habrá perdido una cantidad astronómica de dinero debido al fraude por suplantación de identidad debido a la información que los padres comparten de sus hijos e hijas de manera inadvertida.
Si quiere combatir esta situación o se siente “con las manos en la masa” luego de leer este texto, entonces continúe: experto explica qué es el “sharenting” y cómo manejarlo.
¿Qué hacemos con las redes?
Maximiliano Cantis, experto en seguridad informática de Eset Colombia, explica qué es lo que está pasando con el “sharenting” y cómo manejar el uso de las redes con los jóvenes.
“A los papás les falta información para poder cuidar mejor lo que hacen los niños y niñas en Internet.
Por otro lado, un concepto importante que está asociado a esto del “sharenting” tiene que ver, justamente, con algo que se llama “identidad digital”: absolutamente todo lo que hacemos en Internet queda registrado. Y si se trata de niños y niñas, aún más. Entonces, los padres empiezan a subir todo lo que hacen los chicos y chicas en la vida: si lo están bañando, si le fue mal en una materia... y todo eso tiene unas consecuencias en el futuro”.
El experto ofrece, a continuación, sus recomendaciones para manejar el tema de la exposición de los niños y niñas en la red:
- Los padres tienen que capacitarse para poder educar a los niños y niñas sobre el manejo de su identidad digital. Hay que entender que cuando compartimos algo en Internet perdemos el control de eso
- Hay que educar a los chicos y chicas para que tengan cuidado cuando comparten algo, que piensen que eso se puede convertir en algo viral y no ser agradable.
- Sí, con condiciones a la tecnología. Hay que establecer horarios de uso de las tecnologías. Estas restricciones varían de acuerdo con la edad, pero como padre y madre debería de exigir un tiempo en el cual los hijos e hijas pueden estar con las tecnologías.
- Implementar soluciones de control parental. Estas soluciones son tecnologías que definen a qué sitios pueden tener acceso los chicos para evitar se encuentren con material erótico y violento. Motores de búsqueda con filtros especiales para esto.
- Los dispositivos móviles deberían estar a la vista de los papás. Por ejemplo, acordar que el computador estará en la sala o que se usará el celular delante de los padres.
- Estar muy cerca de los chicos, abrir el diálogo. Si los papás logran establecer una buena comunicación, ellos estarán más dispuestos a contar que sufrieron algún ataque o agresión por parte de un desconocido en Internet.
- Establecer acuerdos antes de darle la tecnología a los chicos. Por ejemplo, a partir de los trece o catorce años pueden tener su dispositivo móvil. A esta edad se permite la apertura de una red social, por lo que es importante dejar claro los términos para acceder a ella, entre ellos, que los padres puedan preguntar a sus hijos por perfiles de personas que hayan agregado y que a los padres les produzca desconfianza.
¿Qué es el “sharenting”?
El sharenting es un anglicismo utilizado para describir la práctica de publicar en las redes sociales fotos y contenido de niños, principalmente por parte de los padres. En el ámbito digital es un fenómeno que puede considerarse relativamente nuevo y que representa un cambio cultural en la forma en que los más chicos crecen. Se trata de una acción que, en general, está acompañada de una falta de reflexión previa, al igual que muchas otras acciones que realizamos a medida que nos apropiamos de las tecnologías de la comunicación vigentes.
“Tratándose de personas menores de edad, de la privacidad de nuestros niños y niñas, tenemos la responsabilidad de detenernos a pensar antes de postear para seguir cuidándolos tal como lo hacemos en los otros ámbitos de sus vidas. Deberíamos intentar preservar a los niños de las consecuencias indeseadas de la exposición pública algunas, lamentablemente, peligrosas.”, menciona Silvina Tantone, especialista en Educación y Nuevas Tecnologías de Argentina Cibersegura ONG.
La importancia está en comprender que estamos en la era de la imagen, de la espectacularización de nuestras vidas a través de medios audiovisuales. Por eso, no es de extrañar que los bebés ya tengan presencia digital desde que están en el vientre de la madre.
El sharenting existe previo a la existencia del uso de Internet masivo, con un cuadro o un portarretrato en las casas a la vista de las visitas. El ser humano siempre hace uso de las tecnologías disponibles para dejar huellas, desde las mismísimas rocas que analizamos para poder conocer la historia de la humanidad. El sharenting analógico al tener menos alcance es más inofensivo.
“Internet imprime perpetuidad a los portarretratos y a algunas partes de su superficie las vuelve punzantes, de tal forma que si las tocamos, a veces nos podemos lastimar. Si bien es inocente pensar que desaparecerá para siempre algo que publicamos en cualquier medio de comunicación, la realidad indica que se necesitan ciertos conocimientos, que no se adquieren de manera espontánea, para moverse de manera segura y responsable en el mundo digital. Es bien intuitivo el uso, no así sus consecuencias, y los adultos vamos aprendiendo por ensayo y error.”, afirma Tantone.
La clave está en reflexionar sobre el alcance del sharenting en la actualidad, y anticipar el efecto que pueda llegar a tener compartir determinada información de hijos e hijas en el transcurso de sus vidas.
Para conocer más puede consultar en Digipadres, una iniciativa impulsada por Eset Latinoamérica que busca acompañar padres y docentes en el cuidado de los niños en Internet, con el fin de generar conciencia acerca de riesgos y amenazas en el mundo digital.
Fuente:
vanguardia.com